Seguro que has oído hablar de los embudos de ventas. Son una muy buena estrategia para aumentar las ventas de tus productos o servicios.
¿Alguna vez has comprado directamente algo en una tienda?
Seguro que si tiene un coste importante te lo has pensado bien. Normal, yo lo haría.
Lo normal es estudiar todas las opciones y decidir cuál es tanto el negocio como el producto que va a cumplir con tus necesidades.
Pero claro, ¿cómo crearlo?
Este post es el fondo de armario de cualquier embudo digital. Lo que sí o sí has de tener preparado para atraer a tu cliente ideal y que pase de no conocerte nada o muy poco a acabar comprándote.
Comienza la pasarela ya, así que toma nota.
1. Capta seduciendo: el lead magnet es el inicio de tu embudo
A todos nos gustan las cosas gratis. Solo hace falta que te acerques a un stand de un supermercado para darte cuenta. Si dan algo gratis, todos acabamos acercándonos “por probar”. Y muchas veces volvemos a comprar ya que nos ha parecido delicioso.
Además de este aspecto cognitivo de “nos gusta lo gratis” existe el hecho de que este pequeño regalo te va a permitir generar la confianza que un potencial cliente necesita, poderlo acompañar en su proceso de transformación, aunque sea en una pequeña fase, hará que filtres a aquellas personas dispuestas a ir a más o que vibran con tu método o tu trabajo.
En los negocios digitales, esto se convierte en un atractivo lead magnet que el público obtendrá de forma gratuita a cambio de dar sus datos. Te recomiendo que pidas suficientes datos como para segmentar bien a tu usuario y un método de contacto.
Pero, ¿qué ofrecer de forma gratuita si ya está todo inventado?
Aquí tendrás que darle un poco al coco para que se te ocurra algo que nadie más ofrece y sobre todo que tu cliente necesita. Porque está claro, si no lo necesita, no va a darte su email.
El lead magnet va a ser el anillo, el símbolo, no solo para obtener el e-mail, sino también para iniciar una relación con él a largo plazo.
Y una vez ya tienen tu lead magnet. ¿ya tienes la seguridad de que te van a comprar? Por supuesto que no.
Esto es solo el principio de todo.
Ahora tocan los mensajes de amor. Continuamos con el embudo a base de emails que le darán la seguridad de que tú eres (o no) lo que necesitan.
2. No le implores a tu potencial cliente, filtra hasta llegar al que ya te quiere
El embudo te sirve para atraer a tu cliente ideal, eso lo tienes claro. Pero a la vez te va a servir para alejar a aquellos que no te gustan.
Pero… ¿Por qué? Yo quiero atraer a la máxima cantidad de personas. No quiero que nadie se quede fuera.
Se quedarán fuera.
Hasta Coca Cola tiene clientes a los que no atraen. Y es lo mejor, si no, solo habría monopolios y sería imposible que empresas más pequeñas pudiesen aparecer.
A lo largo de todo el embudo verás que hay personas que se dan de baja, y eso es perfecto. Si es alguien que nunca te va a comprar, lo mejor es no gastar tiempo y energía en esa persona. Centrarte en aquellos que sí.
3. Nutrir es vivir
Es importante que nutras a tu potencial cliente con información útil y sobre todo que esté relacionada con tu negocio.
Pueden ser los beneficios que da utilizar tu producto en estas fechas, diferentes usos que puede tener o incluso hablar con uno de tus proveedores sobre su compromiso con el medio ambiente.
Al tratarse de un contenido único para tus suscriptores puedes pensar en contenido más específico que el que muestras a todo el mundo. Sabrán valorar el hecho de encontrarse en tu lista. Sentirán un punto de exclusividad que beneficiará tu imagen de marca de cara a ellos.
Para saber qué contenido exclusivo le vas a dar, debes conocer a la perfección a tu cliente potencial.
Y recuerda, básate en datos, no en elucubraciones o ideas montadas en tu mente de lo que crees que necesita.
4. Él no es parte del embudo
Como ya te he dicho, tu embudo debe estar formado tanto por e-mails didácticos como e-mails enfocados directamente a la venta.
En estos segundos, que sí o sí han de estar, es importante que dejes claro qué no incluye tu producto o servicio.
Tu cliente potencial no es solo aquella persona que te comprará en el algún momento, también es la persona que tú quieres que te compre, con quien te sientes a gusto y cómodo. El lead magnet te ha servido para llegar a todo el mundo y que sepan de ti. Te has dado a conocer, ahora toca escoger entre todas esas personas a las que has seducido.
Aunque tranqui, no les vas a tener que decir que no les quieres. Lo que vas a hacer es que se den cuenta de que no eres el tipo de persona que quieren en sus vidas.
Así que olvídate de querer gustar a todo el mundo y céntrate en querer gustar a quién de verdad va a saber valorarte tanto a ti como a tus productos o servicios.
Ahora ya tienes claro esos básicos que tu embudo sí o sí va a tener. Ahora toca ponerse manos a la obra.