Recibes un email hablándote de un programa que te parece interesante.
ーQuizá debería apuntarme ーpiensas. ーPero qué pereza levantarme a por la cartera.
Al día siguiente siguiente recibes otro email (así de intensos somos los que amamos vender porque sabemos que vender es SERVIR) pero te pilla recogiendo a los niños del cole.
O haciendo la compra, o de salseo por Instagram…
Y vuelves a dejarlo pasar.
De pronto, 3 o 4 días más tarde algo sucede que te hace recordar el programa.
ー¡Necesito ese conocimiento! Me apunto ya mismo.
Y vas a por tu cartera (esta vez no te da tanta pereza) y buscas en tu bandeja el último email. Pero el plazo terminó ayer.
Vaya, tu gozo en un pozo. Te resignas y a otra cosa, mariposa…
Pero espera, aquí no acaba todo.
A las 24 o quizá 48 horas, aparece este mensaje en tu bandeja de entrada:
Querida Maria:
Mercurio está retrógrado y como no podía ser de otra manera, la tecnología ha fallado justo el último día para acceder a mi Superprograma. Decenas, ¡qué digo! cientos de personas que querían unirse no han podido hacerlo y se han quedado a las puertas.
Por eso he decidido ampliar 48 horas más el plazo y puedes inscribirte aquí.
¡Te espero dentro!
¿Soy yo o esto huele a que me esperas dentro, sola y rodeada de telarañas? 
Vaya por delante que no tengo nada en contra de los programas que no se venden. Menos humos que eso nos ha pasado a todas y nadie nos asegura que no volvamos a estar ahí.
Lo que no me mola es la mentira.
En cualquier caso, lo importante es que podemos minimizar las posibilidades de que nos ocurra y acabemos cayendo en la tentación de utilizar este email. Para eso es importante:
- Contar con un conjunto de productos y servicios que resuelvan problemas y se relacionen bien entre ellos como buenos hermanos
- Y tener muy claro dónde, cómo y a quién vendemos cada uno.
Diseñar esto para mi negocio y para los negocios de los demás es una de las cosas que mejor hago. Por eso es algo que voy a trabajar mucho con las 13 personas que están dentro de Órbita Mercurio.
Vamos a diseñar la hoja de ruta para crear su ecosistema de propuestas formativas.
Y mira si funciona que en Órbita Mercurio ya he vendido todas las plazas que había disponibles y lo he hecho en sólo 12 horas.
Sí, he vendido 13 plazas en 12 horas.
No es magia, es estrategia.
Llegados a este punto, otra (cutre) práctica marketera es decirte que abro 2 plazas más para rascar más ventas.
Pero no lo voy a hacer. Entre otras cosas porque me implico tanto que 13 es el número de personas a las que puedo acompañar BIEN.
Tampoco voy a decirte que lanzo otra edición en septiembre y que te apuntes ahora. Órbita Mercurio sale una vez al año, aunque estamos valorando sacar algo en otoño, pero no te puedo prometer nada.
Lo que sí puedo proponerte es que te apuntes a la lista de espera y en cuanto empiece a preparar el siguiente viaje, te aviso.
Recuerda que los que están en esa lista tienen las mejores condiciones, los mejores precios y son las primeras en poder reservar su sitio.
Pat