Hace bastante tiempo que tengo un sueño profesional.
Y es poder tener un lugar donde compartirnos aquello que hemos aprendido en el último mes. Y me gustaría tener esa conversación contigo. Pero de momento no he encontrado la manera de hacerlo. Lo que sí he encontrado es esto: es contarte mis aprendizajes al oído, como si fuera un secreto, dándole un espacio en el podcast, un capítulo mensual, a final de mes, para contarte lo que he aprendido en ese mes.
Algo personal y que a ratos me da hasta un poco de vergüencita de hacer público, pero creo que lo que aprende una si es compartido, es lo que aprendemos todas.
Y prometo seguir buscando la manera de que me cuentes tus aprendizajes, de momento si quieres darle a contestar a este mail, seré feliz de leerte.
De momento aquí va el episodio y un breve resumen
https://open.spotify.com/episode/5NVRHTTZcaTmj8cIrFPoSZ?si=1d329edd2b02442a
#1 Delegar es fácil (si tienes un bebé)
Llevo años con el dramita de delegar. Delegar para mi no es natural, me genera fricción y me hace sentir incómoda.
Me repito en la cabeza mil veces eso de “no lo va a hacer tan bien como yo”.
Y he aprendido que sí, que no lo hacen tan bien como yo pero que incluso lo pueden hacer mejor. Y sí, la cagan, como yo. Pero cuando tienes un bebé no te queda otra que soltar y confiar.
En mi caso tengo la suerte de contar con 3 personas que se encargan de las gestión diaria de las campañas, 1 persona que se ocupa de la gestión administrativa, 1 pedazo de cabeza pensante y otros profesionales externos que están implicados 100% en mi negocio. Pero te cuento que este verano tuve un crash mental y rehicé la organización al 100%.
Imagina lo poco esperanzada que estaba en que iba a poder descansar en este postparto tras esta reorganización…
#2 Las tareas de casa explotan
Qué chorrada pero es que no me acordaba la de “trabajo” que existe en el entorno del bebé.
Los cuidados son infinitos, hay días que empiezo a las 8 de la mañana con el cuidado del bebé y entre teta y pañal llego a la hora de comer que ni me ha dado tiempo a ducharme.
Así que también he contado con ayuda en casa, por un lado mi pareja se ha quedado conmigo y por otro tenemos a una persona que viene a que la casa no parezca una leonera. Y eso me ha dado una salud mental increíble y por supuesto tiempo extra que estoy dedicando a mi cuidado como a la fisio, a entrenar, a masajitos cariñosos… Sin ello ahora mismo iría como pollo sin cabeza.
#3 Mis amigas por whatsapp son mi familia
Te lo cuento en el podcast, vale? Que el peque me reclama.